-¿Cómo vives la pandemia y el dirigir las clases desde casa?
– Desde que se decretó catástrofe nacional me vine a la casa de mi señora en Victoria, cerca de Temuco, y desde acá he vivido mi cuarentena, he ido un par de veces a Santiago a ver a mi madre, me ido adaptando al teletrabajo, nadie estaba preparado para esto y todos estamos aprendiendo.
Ha sido un desafío tremendo, es muy difícil hacer una clase virtual de un deporte colectivo y esto me ha permitido explorar otras cosas que sirvan al conocimiento de los niños, que me entregan su feedback y en general, ha sido muy gratificante en estas semanas que llevamos trabajando.
-¿Tu ligazón con el rugby cómo se dio?
– Afortunadamente tengo habilidades para los deportes, me enamoré del rugby desde niño, fui uno de los primeros cobsitos, de hecho empecé a jugar antes en el club que en el colegio, después llegaron los bilaterales escolares y así fue creciendo la competencia hasta cuarto medio, fui generalmente capitán de los equipos incluida la Gira UK regresando invictos después de mucho tiempo.
-¿Qué entrenadores marcaron tu etapa tanto formativa como competitiva?
– Rescaté cosas de todos los entrenadores que tuve, en el colegio me marcó Elías Santillán, que es sinónimo de rugby, y el neozelandés Inga Tamou, hoy radicado en Indonesia, que estableció un punto de inflexión en club, insertó la cultura neozelandesa y el bicho de ir por más, de la mano con él venían Andrew Hay y actualmente Mark Cross. En la selección destaco a Edmundo Olfos, con quien viví muchas experiencias y pasó a ser mi guía, rescaté muchas cosas sobre todo en el aspecto competitivo.
-Revisando la estadística, veo que fuiste parte del plantel 2013 aquel que volvió a gritar campeón después de 22 años
– El título del 2013 fue uno de los momentos más felices de mi vida, nunca había sentido algo así, estuve semanas en un elixir por haber sido campeones de Chile después de tanto tiempo, anteriormente llegábamos a playoffs, pero siempre pasaba algo y fue una explosión sobre todo para la patrulla juvenil que nos decían junto a Francisco Fernández, Daniel Selman, Fabio Rodríguez, José Tomás Vial, en fin, ahí empezó el Club de Amigos, estaban todos rayados por el club.
– ¿Por qué crees que ahora COBS tiene mayor éxito deportivo que en décadas pasadas?
– El colegio ha hecho muy buena pega en el área formativa y en los juveniles se potenció muchísimo y hay un número importante de jugadores que llegan preparados al primer equipo, a diferencia de los clubes tradicionales como Stade o la UC, tenemos un semillero impresionante y eso ha sido la base de lo que somos hoy en día.
Alfonso Rioja fue protagonista en el inicio de la década dorada de COBS con la conquista del Torneo Central 2013, el primero del club en 22 años
SELECCIÓN Y EL FUTURO DEL RUGBY CHILENO
– Tuviste una importante participación en Los Cóndores seven, ¿por qué te inclinaste por el reducido?
– En quince siempre estuve limitado por mi peso, mi competencia eran jugadores sobre 100 kilos, así automáticamente miré al seven donde mis características, rápido y ágil, se acomodan mejor, empecé chico y me especialicé, recuerdo el Preolímpico de Mónaco, que fue una locura, jugando en el Estadio Louis II, ¡que conocía por Winning Eleven! y llegamos a cuartos de final perdiendo con Alemania.
– Antes de eso, ¿pasaste por las selecciones menores?
– Fui al Mundial Juvenil B de Kenia en 2009 siendo el más chico del plantel, y después me inserté en el seven por casi diez años y abandoné a los 28, arrastraba lesiones porque era fanático de jugar y no me cuidaba lo suficiente: tenía la nariz rota y me daba lo mismo, tenía los dedos quebrados, en fin, eso me pasó la cuenta y di el paso al costado antes de lo que yo quería, pero no estoy arrepentido de nada de mi carrera rugbística: conocí el mundo, hice amigos y me ha entregado valores para toda la vida.
-¿Cómo analizas lo que fue Selknam y lo que pudo jugarse de la Súper Liga Americana?
– A Selknam le veo muy buen futuro, lamentablemente los frenó la pandemia, y creo que es el camino correcto del rugby sudamericano, nosotros hace rato estamos tratando de despegar y no lo hacemos, y creo que esta competencia mejorará el estándar a todo nivel y lo que vimos con la gente y los jugadores fue impresionante, se ha movido bien con la productora 1190 que me parece está volcando todo lo que desarrollaron en fútbol.
– Me parece que en general hay optimismo para lo que viene…
– El rugby en Chile sin duda va a seguir creciendo, de a poco está empezando a dar frutos un árbol plantado hace tiempo, que muchos regamos, y también se está viendo el trabajo de los colegios en la formación. También hay que destacar la pasada de Agustín Pichot en World Rugby, que aceleró procesos en beneficios de Sudamérica, nos acercó el futuro.
– Finalmente, ¿qué mensaje trasmites a los pequeños en estas circunstancias tan particulares?
– Siempre les digo que tengan paciencia, haciendo lo que más puedan dentro de la realidad actual, porque sin duda, quien más trabaje va a llegar mejor preparado cuando nos suelten la cadena, si nos estancamos y ponemos a jugar a jugar Play Station, después tendremos el festival del knock on jajaja
Anton Petrowitsch y Alfonso Rioja en el Stade Louis II de Mónaco, donde se disputó el Preolímpico 2016 rumbo a los Juegos de Río de Janeiro. Los Cóndores fueron eliminados por Alemania en cuartos de final.