En la previa de la final entre COBS y Old Boys se mencionó a menudo la final de 2017, en que los rojiazules perdieron el título después de un angustioso 11-12 ante los blancos, lo que volvió a repetirse esta temporada en la definición del Torneo Apertura.
Para el capitán rojiazul, Eduardo Orpis, aquello no pasó a ser más que un dato y estuvo lejos de ser una mochila en este nuevo frente a frente que favoreció a los ex alumnos del Craighouse por 14-0 y les permitió sumar su quinta copa en la historia, la tercera en poco más de un lustro.
“No fue una revancha, cada partido es nuevo y estas alturas los compromisos pasados no pesan en la actualidad, nos enfocamos siempre en mirar hacia adelante y así fuimos construyendo este logro”, enfatizó.
El tercera línea, además, valoró la planificación realizada por el staff técnico, conformado por el head coach Mark Cross y el entrenador Matías Cortese, quienes visualizaron qué ofrecería el rival en esta especial edición del Clásico Británico.
“Fue un partido duro, sabíamos que la diferencia la iba a marcar el que tuviera la pelota, nos enfocamos en eso, jugamos un partido muy vertical, atacando harto con los forwards cerca de la base y tratamos de buscar por fuera con harto trabajo de los backs, y se dio como lo esperábamos”, cerró.