Por: Germán Toro Tapia
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Fotos: Víctor Hugo Montalva/Arusa
El máximo trofeo del rugby planetario estuvo menos de una semana en Chile y se paseó por las regiones de Valparaíso y Metropolitana, siendo presentada en el Centro de Alto Rendimiento del Rugby (CARR) en Parque Mahuida, The Mackay School en Reñaca, Palacio La Moneda y Prince of Wales Country Club, además de recorrer Valparaíso, donde el próximo sábado, Los Cóndores recibirán a Rumania por la ventana internacional.
Hace cinco años, la encargada del Trophy Tour es Lisa Hampton, una seguidora del club London Irish, quien se metió de lleno en el mundo de la ovalada desde el Mundial 2015 disputado en Inglaterra. “No era muy fan, pero se hizo fanática con ese torneo, va a la cancha muy seguido y vive en un barrio donde la gente respira rugby”, cuenta en un perfecto español Calum McLaggan, también británico, quien asiste a Lisa en Sudamérica.
Y agrega: “Para mi esta experiencia es increíble, yo soy fanático del rugby y socio desde los ocho años de un club que se llama London Scottish, de Segunda División, la pasión que tengo por este deporte es la misma que yo veo acá en Chile y espero encontrar en Argentina también”.
Uno de los aspectos que llamó la atención del paso de la “Webb Ellis” por el país fue la imposibilidad de tocar la copa, privilegio reservado sólo para los ganadores: Nueva Zelanda (1987, 2011 y 2015), Australia (1991 y 1999), Sudáfrica (1995 y 2007) e Inglaterra (2003), además, de, claro, Lisa, quien siempre utiliza guantes al momento de tomar el preciado galardón.
“Todo el mundo se acerca a la copa y es la primera pregunta que siempre hacen: ‘¿se puede tocar?’ y tenemos que decir que no, es una lástima”, comentan los custodios, quienes sudaron frío en las primeras horas de exhibición en Santiago.
“El primer día acá alguien tiró la pelota muy fuerte cuando estábamos en la cancha de la selección de Chile y casi da en la copa, tuvimos un poco de suerte, porque si se rompe, se cancela la gira, porque tendríamos que repararla. No pasó, pero casi…”, recuerdan con nerviosismo.
El paso por Chile fue la parada número 18 de la gira, restando Buenos Aires donde se visitará una cárcel y la emblemática población ‘Villa 31’. Luego, la copa vuelve a Dublín, ciudad sede de World Rugby, para después viajar a Japón, que acogerá la Copa del Mundo 2019 desde septiembre, y retorno a Sudamérica para el Mundial sub-20 en Rosario y Santa Fe.
“Este país ha sido fenomenal, con gente muy cariñosa y me llama la atención la pasión que tiene la gente que juega el rugby acá, quizás no es de los países más competitivos, pero la pasión que sienten es impresionante”, cerraron los visitantes.
Y eso que no pasaron por Craighouse…